Un as bajo la manga.
Los recursos tecnológicos en psicoterapia.
Hay un mito que circula entre pacientes y colegas, de que la tecnología no es el fuerte de los psicólogos.
Algo de cierto habrá en algunos, pero cada vez somos más los que nos mostramos entusiasmados cuando descubrimos algo de la tecnología que nos permite mejorar la efectividad de los tratamientos y esto se traduce en un beneficio para los pacientes.
Es cierto que muchas veces nos demoramos en adoptar nuevas tecnologías, tal vez más que en otras disciplinas, como intentando postergar su inevitable avance. Sin embargo, no me gusta pensar que la psicoterapia es algo pasado de moda, demasiado lento, demasiado aburrido o demasiado tradicional, que no admite la incorporación de nuevas herramientas para mejorar (ya sea en tiempo o en calidad) lo que tenemos para ofrecer a los pacientes dentro del consultorio.
No menos importante, es el hecho de que hay numerosos estudios científicos que prueban la eficacia de herramientas tecnológicas aplicadas en psicoterapia.
Mi psicólogo en la compu: la terapia vía Skype.
Muchas veces me preguntan cómo es “esto de atender vía Skype”. Para mí, es algo incorporado en la rutina de mi consultorio desde hace, por lo menos, siete años.
Según mi experiencia, la terapia vía Skype no funciona si no hay reglas claras acerca de la puntualidad, el contar con un espacio privado en donde realizar la sesión y estar totalmente disponible para ello, tener una buena conexión a internet, etc.
La psicoterapia vía Skype, fundamentalmente, rompe con la barrera de la accesibilidad a la terapia. Es el ejemplo de muchos argentinos viviendo en el exterior que, por razones de fuerza mayor o como resultado de haber probado infructuosamente una terapia presencial en un país lejano, buscan un terapeuta que hable su mismo idioma y que, por sobre todas las cosas, comprenda su cultura. Otro caso es el los pacientes que viven en lugares alejados, rurales, en el interior del país, etc. que no tienen forma de acceder a un psicólogo especializado en su problemática a no ser vía internet. Lo mismo ocurre con pacientes que tienen puestos de trabajo en los que deben viajar frecuentemente, y no pueden dar continuidad a una terapia de manera presencial como deberían por encontrarse en diferentes lugares.
En estos casos, la tecnología se convierte en un aliado tanto del psicólogo como del paciente, y nos ayuda a hacer posible el trabajo de transformación personal de mucha gente.
La tecnología dentro del consultorio.
Los psicólogos que tratamos Trastornos de Ansiedad debemos, en general, poner mucha creatividad en el diseño de los tratamientos y el empleo de ciertas técnicas. Son muchas las herramientas que utilizamos que derivan de la tecnología, como las siguientes:

  • El empleo de diferentes sonidos grabados en ejercicios de desensibilización (por ejemplo, en el caso en pacientes con fobia a las tormentas, aerofobia, etc.)
  • La utilización de videos en ejercicios de exposición en pacientes que padecen fobias.
  • El empleo de aplicaciones (APPS) del celular para hacer registros (por ejemplo, registros del estado de ánimo, de pensamientos, etc.)
  • Grabaciones que inducen la práctica de ejercicios de respiración y relajación muscular progresiva. Muchas de las cuales encontramos en forma de APPS.
  • Dispositivos de neurofeedback, que nos permiten medir la actividad cerebral y pulsaciones mientras el paciente se relaja.
  • La utilización de emails o mensajes en pacientes que requieren una respuesta inmediata, o para terapeutas que necesitan controlar el progreso del paciente de manera más continua.
  • Por otro lado, el empleo de realidad virtual también es algo muy difundido, sobre todo en otras latitudes, en donde los costos permiten su utilización.

Estos recursos pueden ser muy valiosos. La manera en la que concibo su uso es en el marco de un tratamiento terapéutico dirigido por un profesional, para acompañar y potenciar los resultados de las técnicas tradicionales.
No podemos negar que está cambiando la manera en la que terapeutas y pacientes utilizamos estas herramientas, y por ende, cambia la dinámica de muchas sesiones.
Para los psicólogos, la tecnología puede ser un gran aliado. Es cuestión de aprovechar las ventajas, sin perder de vista la importancia de la relación interpersonal entre paciente y terapeuta.
Y, en cuanto a los pacientes, ¡a no sorprenderse si el profesional propone su uso alguna vez!

Lic. María Cecilia Veiga
MN 32598

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